Jesús es el motivo

Los regalos que intercambiamos con nuestros familiares son una parte bonita de la Navidad, estos son muestras del cariño y del aprecio hacia las personas que amamos. Aún cuando es algo que disfrutamos hacer, debemos de recordar que no son el motivo principal para celebrar estas fiestas.

La Biblia nos narra que Jesús también recibió regalos al momento de su nacimiento pero también nos muestra cual fue el motivo principal de esta celebración:

Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. 

Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 

 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Mateo 2:9-12

Cuando leemos este pasaje de la Biblia, vemos que los Reyes Magos trajeron a Jesús presentes de oro, incienso y mirra; pero más que enfocarse en entregar sus regalos, se postraron y adornaron al niño en su pesebre e inmediatamente los regalos pasaron a segundo plano.

Que en estas fiestas los regalos no sean lo más importante, más bien que lo más importante sea darle el lugar de honor al Rey de Reyes y que en nuestro corazón y en nuestro hogar hagamos un lugar de adoración permanente pues ese es el motivo de estas fiestas.

Inspirado en su palabra,

Kiara

¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.”Apocalipsis 15:4