Kiara Mayorga
El año 2020 ha sido un año atípico para mi en varios aspectos de mi vida. Este año he experimentado pruebas que en algún momento me han llenado de ansiedad: intervenciones quirúrgicas, decisiones familiares y situaciones que se salían de nuestro control. Pero, mientras meditaba en esto hace algunos días, pude sentir en mi corazón que he estado observando este año desde la perspectiva equivocada, pues he estado desviando mi mirada de lo verdaderamente importante.
Varias veces he escuchado el dicho de que “Todos los puntos de nuestra vida los podemos conectar únicamente mirando hacia atrás y nunca mirando hacia adelante”, por lo que al analizar lo que ha sido del año 2020, puedo decir que a pesar de las circunstancias, Dios ha estado conmigo en cada una de las pruebas que he pasado y he podido experimentar de su amor y su fidelidad en medio de las adversidades.
Isaías 43:2 puede ilustrar perfectamente lo que Dios ha susurrado a mi oído sobre este año 2020:
“Aunque tengas graves problemas,
Isaías 43:2
yo siempre estaré contigo;
cruzarás ríos y no te ahogarás,
caminarás en el fuego y no te quemarás”
Es por eso que hoy decido cambiar la perspectiva del año 2020 y decido que ya no lo recordaré por las pruebas y problemas que he pasado, si no por lo maravilloso que ha sido Dios conmigo y mi familia. Porque a pesar de que en el mundo hubo desempleo, hambre, enfermedad y muerte; en mi hogar nunca falto la provisión, el sustento y la restauración física y espiritual.
Si bien las pruebas pueden ser un obstáculo en nuestra vida cristiana, también pueden ser detonadores de gratitud hacia nuestro Padre Celestial por lo que Él ha obrado en nuestra vida en el pasado. Pero sobre todo, nos pueden dar la certeza de que cuando ponemos todas nuestras peticiones de oración ante él con acción de gracias, su paz guarda nuestros corazones y pensamientos por que sabemos que así como él ha obrado en nosotros, lo seguirá haciendo en el futuro.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.“
Filipenses 4:6-7
Inspirado en su palabra,
Kiara