Kiara Mayorga
Hace algunos años, pude experimentar como una de mis mentoras instruía a sus hijos el valor de la responsabilidad y del dinero. Ella enseñaba de forma diligente a sus tres hijos (todos menores de siete años) a realizar tareas del hogar; de forma simultánea, ella llevaba un control de las actividades realizadas por cada uno y al final de la semana, ella les retribuía a cada uno con unas monedas de poca denominación. Su principal objetivo era enseñarles el valor de la responsabilidad y el dinero.
Diariamente, se podía observar a cada uno de estos niños realizando tareas en el hogar. Las tareas asignadas estaban de acuerdo con su edad y sus habilidades, por ejemplo: se podía ver al niño de tres años, dandole de comer al gato, al niño de cinco años sacar la basura y al niño de siete años ordenar las habitaciones. Como comprenderán, yo estaba asombrada de ver como estos niños a tan corta edad, desarrollaban el valor de la responsabilidad en el hogar y el valor del trabajo duro. Todos eran niños varones, por lo que desafiaba aun más la manera en como administramos las tareas del hogar en Centroamérica.
Todos los sábados por la noche, esta madre entregaba a sus hijos el fruto de su esfuerzo. Cada uno de ellos tomaba las monedas que habían ganado y ellos las distribuían en tres pequeños frascos:
- Un frasco de “Diezmos’,
- Un frasco para “Ahorrar” y
- Un frasco para “Gastar”.
Era asombroso ver que a tan corta edad, esta Madre les enseñaba a sus hijos la administración del dinero de una manera equilibrada.
Recuerdo de manera muy clara, un día en el que la Madre llevó a los niños a una tienda que vendía objetos de un dólar. Cada niño elegiría en que iba a gastar las monedas de su frasco con dinero asignado para “gastar”. Todos estaban felices, hasta que el niño de cinco años quería comprar algo para lo cual le faltaban unos centavos. Al ver esto, el hermano mayor había decidido prestarle esos centavos a su hermanito para que comprara lo que quisiera; sin embargo, la madre con mucho amor se acercó a ellos y les enseñó que cada uno debe administrar sus recursos de manera sabia para evitar que incurrieran en préstamos. Aunque mi corazón se hizo chiquito, los niños comprendieron que podrían regresar una próxima vez a comprar el juguete.
Luego de esta pequeña anécdota de la vida real, resumiremos algunos principios que podemos enseñar a nuestros pequeños acerca del valor de la responsabilidad y el dinero.
1. Enseñemosle a trabajar desde pequeños.
El desarrollar alguna tarea en casa les enseñará que para obtener lo que desean deben de acudir al trabajo honrado.
“Las manos ociosas conducen a la pobreza; las manos hábiles atraen riquezas”.
Proverbios 10:4
2. Enseñémosle a gastar sabiamente.
Enseñémosle que cada moneda ganada, les costó mucho esfuerzo y trabajo y que por lo tanto, deben de elegir con mucho cuidado en que van a gastar sus recursos.
3. Enseñémosle a ahorrar.
Que nuestros hijos sean niños que tengan el hábito del ahorro. Que sean personas que no tengan que recurrir a deudas ante alguna necesidad, si no que sean personas que tengan ahorrado para cuando lleguen las dificultades económicas.
“Aprended de las hormigas, animalitos de escasas fuerzas, pero que almacenan su comida en el verano”
Proverbios 30:25
4. Enseñémosle a evitar pedir prestado.
Enseñémosle a nuestros hijos a evitar al máximo las deudas. Que acudan a ellas únicamente cuando han hecho un análisis que van a poder cumplir las responsabilidades asumidas, luego de haber pedido el consejo a gente que sabe y preferiblemente cuando sea para realizar una inversión que traerá flujos de efectivo futuros, evitando así pedir prestado para suplir “deseos”.
“Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores”
Proverbios 22:7
5. Enseñémosle a dar a Dios y a compartir con los necesitados.
Primero enseñémosle a diezmar y a regresar a Dios un poco de lo que nos ha dado. Luego enseñémosle a dar al necesitado, a compartir con otros en situaciones de necesidad de lo poco que tenemos.
“El que ayuda al pobre no conocerá la pobreza; el que le niega su ayuda será maldecido”
Proverbio 28:27
Luego de analizar estos cinco hermosos principios que debemos de enseñar a nuestros hijos sobre la responsabilidad y el dinero, te motivo a que tu hogar sea un espacio en el que equipes a tus hijos para la vida, que les prepares con estos principios financieros para que sean adultos que tengan una vida financiera sana y próspera.
“Instruye al niño en su camino,
Proverbio 22:6
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”
A continuación te dejamos una plantilla que puede ayudarte a establecer los principios de responsabilidad y del dinero en casa, para lo cual debes de designar a tus hijos tareas sencillas que vayan acorde a su edad y sus habilidades. Cada día puedes marcar con ellos las tareas completadas y retribuirles de manera simbólica un día a la semana, sin olvidar enseñarles el concepto de: Dar, Ahorrar y finalmente Gastar.
Espero les sea de utilidad.
Kiara