Acércate a la Fuente

¿Alguna vez te has sentido deshidratado? ¿Has experimentado cuando tu cuerpo empieza a sentirse débil y sin fuerzas? Hoy quisiera usar esa analogía para ilustrarte como se siente nuestro espíritu cuando pasamos mucho tiempo sin alimento espiritual, cuando nuestro espíritu se encuentra deshidratado y nuestra fe se debilita.

Muchas veces nos sucede que tenemos etapas de aridez en nuestro caminar, en los que nada parece tener sentido, donde dudamos de nuestro propósito en este mundo y donde sentimos que por más que buscamos confort en las cosas de este mundo, cada vez nos sentimos más vacías.

La razón principal de esas etapas de aridez a la que nos referimos, es cuando nos desviamos de la “Fuente Principal”.

“Espantaos, cielos, sobre eso y horrorizaos, desolados en gran manera, dijo Jehová. Porque dos males ha hecho mi pueblo: Me dejaron a mí, fuente de AGUA VIVA y cavaron para sí cisternas, cisternas ROTAS que NO retienen agua.”

Jeremías 2: 12-13

En pasaje de Jeremías, me hace recordar que cuando nos alejamos de nuestro Padre, nos adentramos en áreas desoladas y hostiles, en las que en busca del confort externo, cavamos cisternas que pueden traernos plenitud temporal, pero que jamás nos llenaran como lo hace nuestro Padre.

“Pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.”

Juan 4:14

Cuando buscamos de la “Fuente Principal”, nuestro Señor saciará nuestra sed en los momentos más áridos de nuestra vida, nos mantendrá hidratados y no permitirá que desfallezcamos.

Y el SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan

Isaias 58:11

¿Y tu como te sientes el día de hoy? ¿Sientes que tu espíritu se encuentra deshidratado y tu fe se encuentra quebrantada?

Te invito a que te acerques con confianza al Trono de su Gracia y que le pidas a nuestro Padre Celestial que te brinde de esa AGUA VIVA, para que NUNCA más vuelvas a tener SED. Entrégale al Señor tus ansiedades, cargas, desilusiones y desesperanzas, y decídete a entregar tu vida como vasija restaurada por su Gracia para mostrar de su amor.

Inspirado en su palabra.

Kiara